martes, 16 de noviembre de 2010

Nos hemos quedado sin Berlanga

En realidad hace algunos años que ya nos habíamos quedado sin él artísticamente. Lo de este pasado fin de semana fué su muerte física, pero desde París-Tombuctú, ya no había director de cine (a pesar del corto que aquí reproduzco y de alguna breve colaboración, quizá más de nombre que de facto).
Ahora que ya no está Berlanga quizá sea momento de mirar hacia atrás junto a él. Nos deja un puñado de joyas, algunas más denostadas que otras. A mi personalmente me encanta "La vaquilla", la he vuelto a ver hace apenas 15 días y creo que aún me gusta más que las otras 5 o 6 veces anteriores, y es que España sigue siendo en el fondo, ese sainete en el que todos hablan y nadie escucha. Berlanga removió conciencias y entretuvo, quizá no a la vez, quizá no a la misma gente ni en el mismo momento, pero hizo ambas cosas. Burló la censura con "El verdugo", con "Los jueves milagro" y con quizá la que es para mi la mayor obra de toda la historia del cine español: "Plácido". Puede que sin él y este pasado, el cine español no merecería para muchos (los pocos) el respeto que a día de hoy tiene. Sin Berlanga todo habría sido distinto. Bastante peor, por cierto.
Como homenaje esta noche veré "Moros y Cristianos", otra denostadísima obra (Tino Pertierra dice en su artículo en La Nueva España del pasado domingo que es un homenaje a Ozores, ¿es eso del todo malo?), pero es este menosprecio por su obra, más viniendo de quien viene es el que me hace pensar en aquella fábula del oso, la mona y el cerdo, pero a la inversa:

"Cuando me desaprobaba
la mona, llegué a dudar:
mas ya que el cerdo me alaba,
muy mal debo de bailar."



Y dejo en este post el corto "El sueño de la maestra", última obra al uso de Berlanga. Son 13 minutos, si teneis paciencia os recomiendo paladear este plano secuencia que resume bien el estilo berlanguiano. Allá en algún lado estará ya intentando refundar el imperio austrohúngaro.

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