Crónica del concierto Berri Txarrak + Misiva en la sala Estilo de Oviedo, 10/04/15
PUBLICADO ORIGINARIAMENTE EN LA WEB www.deboloasturias.com
INABARCABLES
Por David Fueyo.
Utilizando un reduccionismo, no se si demasiado apropiado, pero en mi caso al menos, esclarecedor, puedo decir que hay dos tipos de conciertos: Aquellos que te invitan a seguir escuchando al artista aún con más pasión o bien esos otros en los que de alguna u otra manera te obligan a que los intérpretes pasen unas cuantas semanas, sino meses en la nevera.
Por fortuna he sentido lo último en muy pocas ocasiones, ya que de ese sentimiento puede destilarse cierta decepción ante unas expectativas que quizá estuvieran demasiado altas por mi parte: es decir, implica cierta sensación de haberme equivocado. Ni que decir tiene que sentir justo lo contrario implica confirmar un acierto, alegrarte del espectáculo que acabas de ver y sentirlo por los amigos que no han podido estar presentes.
Por fortuna he sentido lo último en muy pocas ocasiones, ya que de ese sentimiento puede destilarse cierta decepción ante unas expectativas que quizá estuvieran demasiado altas por mi parte: es decir, implica cierta sensación de haberme equivocado. Ni que decir tiene que sentir justo lo contrario implica confirmar un acierto, alegrarte del espectáculo que acabas de ver y sentirlo por los amigos que no han podido estar presentes.
Ayer sentí esto último y por partida doble. Bien por Misiva, bien por Berri Txarrak y bien por deboloasturias.com que me lleva a cubrir un evento molón. Os cuento:
He de confesar que el del viernes era mi primer conciertode rock en la sala Estilo. Tras la obligada visita a varios de los monumentales chigres de la zona de Oviedo que me vio crecer y de cenar una deliciosa patata rellena de arroz en la bocatería las Juanas (al lado de Estilo, recomendación total para quien lea esto), reencuentros varios de la “nu-metal old school” (¡paradoja!) y ponernos un poco al día de las novedades musicales de nuestro palo en Asturias (muy pocas), nos adentramos en la única sala en condiciones de la ciudad para albergar unconcierto que de mano se preveía multitudinario y que se quedó en torno a las 500 personas según mis propios cálculos, un poco lejos del lleno total de la sala aunque se desde su Facebook que allá donde van Berri va colgando el sold out.
Misiva presentaba su LP “Invencibles”. Potente, compacto y pegadizo, utilizando el asturiano como lengua para sus canciones y con un punk rock que suena a auténtico y a muchos años de estudio, ensayo y carretera. Sus componentes, con mi amigo y compañero de magisterio David G.Nuño a la batería, pueden estar de enhorabuena en primer lugar por lo bien que el viernes lo hicieron no siendo meramente un grupo de precalentamiento, sino como partícipes inexcusables de la fiesta en una sala que, desde sus primeros acordes, me pareció que podría ser el espacio cómodo, céntrico y suficiente que en Oviedo se buscaba desde el cierre de La Real y que resulta que estaba ahí, en Pumarín, ante nuestras propias narices. Hace unos días he leído que los Misiva tienen nueva agencia de Management, por lo que espero que este sea un salto hacia arriba del que son merecedores por su calidad y buen hacer sobre el escenario. En su web misivapunkrock.com hay 4 temas de este LP en descarga gratuita que hacen intuir lo que el álbum puede ser. Desde el 2010 en el que David me regaló su CD homónimo “Misiva” me di cuenta de que estamos ante un grupo muy destacable que si la suerte les acompaña llegará a ser puntero. De verdad que me alegro por ellos por su insistencia y continuidad y porque, ¡cojones, lo hacen muy bien!; y ustedes, lectores, no les pierdan de vista.
Pocos minutos después aparecían en el escenario Gorka, Galder y David, o lo que es lo mismo, Berri Txarrak, y creo que este es el momento preciso para confesarles que con ellos no seré imparcial, ya que se trata a mi modo de ver de el mejor grupo de rock que hay hoy en día en activo sobre la piel de toro. Versátiles y contundentes, sin concesión alguna desgranaron su último disco “Denbora da polígrafo bakara” o lo que es lo mismo: “El tiempo es el mejor polígrafo”, y es que tras sus letras en euskera, algo que ya muy pocos les achacan como negativo, ya que hay que reconocer la plasticidad de esta lengua en el rock, se puede decir que se encuentran auténticos poemas con su traducción disponible en su webwww.berritxarrak.net.
Con el tiempo como leit motiv el “Denbora” es un disco triple cuidadosamente editado y producido en tres estudios diferentes, cada uno para un determinado estilo de los tres que se puede decir que dominan los navarros Berri Txarrak. El viernes pudimos comprobar como se defienden de igual manera en un metal digno de quienes son, un grupo que estuvo varios años bajo la discográfica Roadrunnerdonde se pueden comparar con compañeros de la misma como Coal Chamber, Slipknot, Machine Head o Soulfly.
En su parte más melódica el viernes consiguieron ponerme la carne de gallina al igual que sucede con sus grabaciones. Creo que es hacia donde quieren ir hoy en día y donde quizá más cómodos se sienten. También hubo temas cortos y punkrockeros con esa alegría que tiene en este género la música de Euskadi y Navarra y que deja en el ambiente muy buenas vibras. Baste como ejemplo pasear por Pamplona y meterse en un bar cualquiera de rock, entre su humo y la peña jugando al duro en mesas pegajosas y destartaladas. En esos ambientes el que les escribe esto es feliz, y en aquella zona la banda sonora además acompaña, ya que allí todo “me suena a Berri”.
El concierto en sí fue una descarga en condiciones. Suenan aún mejor que en sus discos. Da la sensación de que están presentes y se entregan sin artificios ni pirotecnia. Son muy buenos y hacen lo que les gusta y encima saben transmitir. Puedo hablarles de canciones, pero hasta a mi, que soy fan declarado, me cuesta identificar nombres con temas. Para mi son la número 3 del “Libre”, la 10 del “Eskuak” y en general son pequeñas partes de una gran obra que los navarros van dejándonos desde hace ya 21 años y que, al menos en mi caso forman parte de la banda sonora de mi vida.
Podría definir lo visto en Estilo de muchas maneras, podría contar mi satisfacción por la hora y tres cuartos de descarga, podría poner muchos adjetivos, pero me quedo con uno que los propios David y Galder reconocieron al finalizar el concierto en una conversación que tuvimos mientras me firmaban el LP. Son inabarcables y es que llevo desde el mismo día de su salida a la calle escuchando este “Denbora…” y en cada escucha descubro un matiz nuevo, una nueva virguería de este power trío que está haciendo las cosas bien, muy bien, y que lejos de la deriva de otros grupos del palo, van hacia donde ellos quieren llegar, a que se pueda reconocer en ellos que disfrutan con su trabajo y hacen disfrutar; es por ello que ayer, el día después de su concierto, haya aprovechado para repasar antiguos discos, para ponerme el vinilo de “Haria” su penúltimo LP, para pasear por Oviedo con el “Denbora…” en los cascos, para que ahora, mientras les escribo esté dándole una nueva vuelta a sus temas también. Un grupo que invita a ser partícipes de su música más y más a cada escucha. No parece difícil, pero créanme, lo es.