De una dunaEl verso era sencillo,
pero busqué una duna para dejarlo escrito
que sea ella la que mueva el lápiz, la que escriba
el poema que emana desde la arena
y no busca barroca existencia, sino dejar de ser efímero
de volar entre el silicio, entre las cometas,
y es la duna viva la que lo inspira
diciéndome que no volverá la noche a tu pais de dentro,
a tu pais de lluvia,
que tu alma no volverá a estar descalza nunca más
mientras esté ella ahí abajo, tan cálida, tan llena de paz,
tan plena de vida,
y de inmensidad
movía su mano David
cuando yo escribía.
Del inédito "Cuadernos de Fuerteventura"
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